¡Hola! Me llamo Pepe, tengo cinco años
y vivo en lugar misterioso con mis amigos. Nuestra casa es como una residencia,
hay gente de todo tipo, ya somos como una familia. Hay 20 niños en total. Todas
las noches son como una fiesta de pijama. Jugamos mucho, comimos, charlamos y
pasamos mucho tiempo con nuestra madre querida. Esa mujer nos salvó.
¿Cómo me salvó? Un día, estaba caminando
con una mujer que quería llevarme a la guardería pero yo no quise ir. En aquel
momento sagrado, mi ángel de la guarda apareció en la puerta de la guardería, y
ella no me dejó entrar al infierno con los diablos pequeños y me dijo ”Te llevaré a un sitio donde puedes hacer lo
que quieras y cuando quieras. Te ayudaré siempre, seré tu ángel y tu mamá a la
vez.”. Y sí que me llevó a un lugar fantástico donde conocí a mis hermanos,
a nuestro hogar. La habitación es un poco oscuro pero ya que llevo 2 años
viviendo aquí, ya estoy acostumbrado a esa situación. Pero ¿sabíais que en la
oscuridad es mejor jugar?, porque sí, es mucho mejor. Puedes imaginar cualquier
cosa, por ejemplo que estás en la playa construyendo castillos de arena, porque
en el suelo hay arena o barro (de verdad no lo sé qué es pero como he
mencionado hay oscuridad y no lo veo exactamente, puede ser que es caca de los
otros niños), u otro ejemplo cuando estamos bailando podemos imaginar que
bailamos en la lluvia porque a veces, el agua gotea de las tuberías del techo
(o a lo mejor agua y no pipí). Además, no sé si lo sabéis, pero a los niños
generalmente no les gusta bañarse, aquí no tenemos que bañarnos. A veces cuando
llueve de verdad, nuestro mami nos da un paseo (todo el mundo tiene una correa
propia porque hay algunos tontos que intentan escaparse de ese paraíso y nuestro
mamá intenta protegernos así con los correas) y entonces ese paseo es nuestra
ducha del año.
¡Dios! No he mencionado la mejor
parte de la historia…la comida. La comida es lo mejor, es tan deliciosa que
ningún restaurante de 5 estrellas ofrecen comida tan rica. Todos los días
comimos pan con matnequilla pero a veces está untado con mermelada que es lo
mejor. (No sé qué es un restaurante pero estoy seguro que su comida es fatal, y
la casera es la mejor.) Hmm… empiezo tener hambre hablando de esa golosina… voy
a preguntar a mi mamá si tenemos mermelada, porque es mi favorito. Tengo que
preguntarle si puedo comer o no porque no le gusta si comimos sin preguntarle,
y no quiero que se enfade conmigo. ¡La quiero muchísimo! Creo que ella quiere a
nosotros también, por eso nos salvó. A veces no entiendo por qué cree la gente
que nos robó…¡Nos salvó! Podría haber elegido a otros niños pero ella eligió a
nosotros, y estamos muy agradecidos por tenerla.
¡Gracias por leer mi historia!
Un besito, Pepe
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